My Blog List

Tuesday, February 7, 2012

Te soñé preciosa




Mami, una vez más desde tu muerte me siento a escribirte. Parecerá de locos escribirle a una persona muerta, pero es así como desahogo, como expreso aquellas cosas que quisiera compartir contigo y que por tu pronta partida no puedo hacerlo. Muchas veces te he hablado, he conversado contigo a través de Dios. De ese ser maravillosos que desde tu muerte ha sido nuestro contacto. Muchas cosas he compartido contigo a través de estos 11 anos. De la misma forma que se lo hubiésemos hecho de tu estar viva. Es como siempre he dicho: por encima de ser mi mami, fuiste mi mejor amiga.

Muchas veces te he soñado. Tú debes saber cuántas. También debes saber que el sueño era siempre el mismo. Ese sueño desesperante donde nos íbamos a encontrar en algún lugar para despedirnos y pasaban diez, cien, mil cosas que no nos permitían estar juntas antes de esa “no deseada” despedida. Después de soñar esto muchas veces me percate de que lo soñaba en aquellos momentos de mi vida donde estaba experimentando algo que hubiese compartido contigo; con mi mamá, con mi amiga. No creo que haya tenido mayor demostración de la falta que me has hecho en estos años.

Sucedió que con el paso del tiempo deje de tener ese sueño. ¿Sería entonces que en cierta medida había superado tu partida? Quizás. ¿Será que después de tanto hablarte ya he logrado directa comunicación contigo? Tal vez. ¿Será que tu prolongación en mí se ha completado después de este tiempo? Puede ser. La contestación a estas preguntas no las tengo. Puede que después de dejar pasar un tiempo las tenga, puede que no.

Sucedió también que con la desaparición de este sueño te deje de soñar contigo. Muchas veces en mis conversaciones con Dios le pedí que me permitiera soñar contigo y que en ese sueño me hablaras, me aconsejaras. No sucedió, no te soñé hasta anoche. ¡Anoche te soñé preciosa! En ese sueño, llegué a casa y cuando entré al que siempre fue “nuestro” cuarto estabas ahí, de pie, frente a mi; con un traje azul y blanco con rosas rojas (tus favoritas). El azul era como el cielo, azul claro y blanco como el cielo con nubes. Llevabas una rosa roja grande en el centro del pecho, ese pecho que el cáncer toco. Tu pelo estaba corto, negro azabache y abundante. Tal y como era antes de que el tratamiento lo afectara. Tu cara estaba borrosa. No me hablaste. Yo solo dije: “estas preciosa”. Según el sueño ibas a ser madrina de una boda.

¿Qué significa este nuevo sueño para mí? ¡Que sigues viviendo! Que vives en mí. Que eres mi madrina en el cielo. Que nunca, nunca, has dejado de estar conmigo. Que te “alejaste” por un tiempo para permitirme crecer, ser mujer. Que todos estos años de hablar contigo no han sido en vano. Que nunca te fuiste, que simplemente, sencillamente, dejaste de vivir en tí para vivir en mí.
Mami, te amo!

Vilmary Negrón
21-octubre-1998
Lejos de casa….

Monday, February 6, 2012

Las canas no pintan y tampoco hay bata para tanta belleza… un sábado en el salón de belleza.

Las canas no pintan y tampoco hay bata para tanta belleza… un sábado en el salón de belleza.


El sábado fui a  mi terapia de color (al salón de belleza) y pase allí un buen rato. Todo porque mis canas (sí ya tengo canas que ocultar) no pintaban. Mientras esperaba (a que mis canas se pintaran) observaba todo lo que ocurría en el salón de mi amigo Raymond. Mientras él me observaba y se reía.

En esta ocasión yo le dije lo que quería hacerme y él dijo que ya no era como antes que él solito decidía. Claro está, él pone fotos en facebook y yo escojo de esas mismas fotos. Creo que es lo mismo que una decisión tomada por él.
La señora de rubio me dijo tenía 60 años y quería tener el pelo más corto porque a esa edad el pelo largo no te luce. Le enseñe las fotos de mi último look y dijo que le gustaron. Después me pidió “dis” que permiso para que la recortaran como yo.  Claro que no me pude negar. Soy la modelo europea del salón. Quedó  regia!
También estuvo la señora que quería sacarse “ese amarillo” que no le gustaba, pero a la vez quería mantener esos rayos de luz en la parte del frente. Bueno al final quedo como ella decía, que no fue otra cosa que oscurecer un poco el pelo y mantener los rayos amarillos que ya tenía. De todos modos también se fue feliz. Así somos las mujeres.
Y estaba la gran amiga y clienta fabulosa del salón, la Beba “gordita”. Cuando le dicen ponte una bata ella se queja y dice: “Para qué me dices que me ponga una bata si las que hay no me sirven. No tienes batas para tanta belleza”. Al escuchar esta frase recordé que en la oficina del médico de mujeres al que voy (si, al ginecólogo) también se usan unas batas color “peach” de lo mas monas y fashion (créanme que nunca había ido a una oficina de medico así, pero ésta es “cool”). En una ocasión en esa oficina había una “paciente gordita” que tenía dos batas puestas; una hacia adelante y la otra hacia atrás para poder taparse completa. Ese día la miré y me estuvo gracioso lo que estaba viendo; pero el sábado en el salón pensé, en la oficina de mi médico tampoco hay batas para tanta mujer, para tanta belleza.

Esa frase, me chocó y a la vez me hizo meditar sobre el afán de las mujeres de este siglo por ser flacas para considerarse bellas. Tantas mujeres que arruinan ellas mismas su felicidad por que son llenitas o gorditas. Tantas mujeres que menosprecian a la gordita porque no logra ser flaca para ser bella. Tantos hombres que hasta se burlan de esas libras demás; tanta gordura que causa tanta infelicidad.  Si al menos la mitad de las mujeres llenitas o gorditas se vieran como la clienta especial del salón y a todo pulmón gritaran a los cuatro vientos: ¡no tienes batas, ropa, accesorios, corazón, ni vida para tanta belleza! ¡Cuán diferente fuera este mundo, cuantas humillaciones y burlas no saldrían a maltratar, cuanto amor podríamos dar al mismo nivel de esa belleza extra! Cuantas mujeres se sentirían más queridas y aceptadas, no rechazadas y estarían más fortalecidas para hacer cosas más grandes. Y sobre todo, cuantas mujeres comerían con placer, con gratitud por que tienen comida para alimentarse y no estarían sufriendo los estragos de una dieta, que más que una dieta para el cuerpo es un martirio para sus almas.
Amigo, tu que tienes una mujer “grande” a tu lado, hombre que tu mujer esta “creciendo” a tu lado, hombre que tu mujer está “muriendo” a tu lado por ser flaca, mujer que eres la mujer que eres con el cuerpo que Dios (o la vida) te dio, acéptate tal cual eres, aprende a sacar el mejor provecho a tus cualidades y a “disimular” aquellas cositas demás con trucos de maquillaje, ropa, estilos que te favorezcan. Es más fácil “jugar con la ropa y los accesorios para vernos bellas” que sufrir con una dieta o despreciar y sufrir por un cuerpo que no nos gusta. Esto último causa dolor y empaña tu felicidad y la de otros que te quieren bien. El juego siempre es más divertido y si al final de ese juego te vas a ver bella con todo lo que “tienes” y entonces nadie va a poder con “tanta belleza” porque será una combinación de belleza física con belleza del alma y a esa dupleta es difícil tumbarla. Mujer, con esto la felicidad y satisfacción vienen por añadidura.

No sufras, juega a que no hay batas para tanta mujer, para tanta hermosura y crea la tuya propia. Con tus ropas, con tus accesorios, con tus locuras, con todo tu ser. Hazlo y serás llenita o gordita pero única y especial. Las cosas que se llevan en el alma y en el corazón y que luego se “adornan” sobre el cuerpo para darles ese look especial y único en cada mujer son las que valen. También son las que al caminar te llevaran con la cabeza, las tetas, la panza, los muslotes, las super nalgas y todo lo que llevas bien en alto con la satisfacción de no ser una mujer que cabe en cualquier bata, sino con la satisfacción de ser una mujer que solo cabe en una bata especial para tanta belleza

Este escrito se lo dedico en especial a mi estilista Raymond que tanto me hace reír y a la clienta especial, Beba, que aunque no somos amigas “close” como le llaman, es una persona especial a la que admiro mucho y aunque ella no lo sabe me ha enseñado muchísimo más.

Y por si les interesa, mientras pasaba el tiempo observando a las otras clientas mis canas y mechones pintaron con tres capitas de tinte (nada más). También salí regia, como cada día que voy a mi terapia de color.

Vilmary Negrón
04-feb-2011

Saturday, February 4, 2012

A mis hijos Verónica y Diego Armando

Escribí estas líneas cuando mis hijos, Verónica y Diego Armando, tenían 7 y 3 años respectivamente. Casi 13 años después lo han leído y puedo entonces compartirlo con ustedes que lo quieran leer.





Verónica

Quiero aprovechar esta ocasión para decirte o mejor dicho, escribirte, algunas cosas. Suelo escribir cómo me siento, qué estoy pensando o simplemente uso la escritura para decir, para hablar conmigo misma. Es la primera vez en tus siete años que te escribo a tí, Verónica.

Hace algunos años en la dedicatoria de mi tesis de maestría escribí: “A mi hija Verónica, quien cambió mi vida de la forma más hermosa”. Apenas tenías unos meses cuando escribí eso. Hoy, casi siete años más tarde, esas palabras son insignificantes al lado de lo que eres para mí.

Querida hija, resulta que hoy te puedo decir: eres hermosa, eres maravillosa, eres un ser humano excepcional; tu corazoncito, aunque pequeño, encierra muchos sentimientos maravillosos y genuinos. No es difícil quererte y amarte. Es más, puedo decir que todo hacia ti  y desde ti fluye naturalmente; así como el amor. Así grande y natural es el amor que siento por ti. Un amor especial, maternal. Uno que recibí de mami y que ahora pasa de mí hacia ti. Un amor que no se puede escribir, solo sentir y vivir. En nuestro día a día, en nuestro diario vivir y para siempre. En este momento le digo a Dios a través de ti:
  1. Gracias por una hija tan bella, tan maravillosa, tan amorosa y…
  2. Ayúdame para cada día ser mejor y aportar un granito más a esa vida que nació de mi ser, que eres tu Verónica.
Quizás ahora no entiendas muchas de mis palabras, pero quedaran grabadas en este papel y podrás acudir a ellas cuantas veces quieras y cada día que las leas significaran algo diferente y especial para ti y para mí.
Ahora, no quiero terminar sin contarte por qué hoy decidí escribir para ti. Sucedió que hace algunos años, 11 años para ser exacta, recibí un papel con unas palabras que mami (tu abuelita Iris) “mandó a escribir para mi” según me dijeron. En ellas hablaba de lo que yo significaba para ella. Lamentablemente en ese momento ya mami había muerto y no estaba físicamente a mi lado cuando leí: “Ese milagro es producto de mi amor, eres tu Vilmary, mi prolongación”. En ese momento sentí los deseos más inmensos de abrazarla y no pude hacerlo. Hoy, quiero que sepas mi amada hija que tú también eres un milagro producto de mi amor, que tú también eres mi prolongación. Aquí estoy para abrazarte.

Te ama, mami, 



Diego Armando

Niño hermoso, niño amoroso, niño travieso. No creo que hayan otras palabas que mejor te describan. Tú que eres otro milagro producto de mi amor, a tus tres años eres el alma de la casa. El inquieto, el huracán, el más que se menciona cada día. Sin embargo tu energía también la puedes cambiar de travesuras a cariños, de inquietudes a demostraciones de amor. Porque tú también eres parte de mí y porque tú también eres parte importante de nuestro hogar, hoy también quiero escribirte. Sólo tienes tres años y obviamente no puedes comprender lo que esto significa; pero para ti también quedarán grabadas estas palabras y podrás acudir a ellas cuando quieras.

Hijo mío, dicen los más conocedores que cada hijo es especial y único. No creo que sean necesarios muchos títulos para comprender esto. Sólo bastó con tenerte para saberlo. Siento un amor muy grande por tu hermanita, Verónica, y cuando fuiste a nacer sentí miedo pues pensé que tendría que dividir ese amor entre los dos. ¿Y sabes qué? No fue así. Al tenerte mi corazón creció, mi amor se multiplicó; de la nada a todo. Gracias a ti sé que soy capaz de querer en grande, que el amor de una madre no se divide jamás, se multiplica.

Querido hijo, le pido a Dios que me ayude para poder guiarte. Le digo gracias porque mi hijo es un huracán de travesuras y de amor. Gracias porque contigo a mi lado cada día que pasa es uno especial. Gracias porque a través de  ti, Él (Dios) me ha permitido conocer la grandeza del amor. Le pido a ese mismo Dios que sea Él, el que siempre te guie. Que dirija, a través de mí si es necesario, todas y cada una de tus ocurrencias y travesuras. Para que así, con mi ayuda y su divina intervención, esas travesuras sigan siendo a través de todos tus días travesuras de amor. Porque definitivamente es el amor en todas sus posibles expresiones lo que vive en ti, lo que vive en mi, en tu hermanita y en tu papá. Es ese amor que tú emanas, la fuerza que nos ha guiado hasta ahora y la que seguirá guiándonos a todos a través de una vida alegre, la cual deseo sea así para siempre.

Diego Armando, Dieguito, Marciano, Du, mi bebe… siempre será todo esto siempre serás parte de mi ser. No importa lo que hagas, no importa donde estés. Siempre seguiré siendo mami. Nada más.

Te ama, mamá

Vilmary Negrón
20-octubre-1998