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Monday, February 6, 2012

Las canas no pintan y tampoco hay bata para tanta belleza… un sábado en el salón de belleza.

Las canas no pintan y tampoco hay bata para tanta belleza… un sábado en el salón de belleza.


El sábado fui a  mi terapia de color (al salón de belleza) y pase allí un buen rato. Todo porque mis canas (sí ya tengo canas que ocultar) no pintaban. Mientras esperaba (a que mis canas se pintaran) observaba todo lo que ocurría en el salón de mi amigo Raymond. Mientras él me observaba y se reía.

En esta ocasión yo le dije lo que quería hacerme y él dijo que ya no era como antes que él solito decidía. Claro está, él pone fotos en facebook y yo escojo de esas mismas fotos. Creo que es lo mismo que una decisión tomada por él.
La señora de rubio me dijo tenía 60 años y quería tener el pelo más corto porque a esa edad el pelo largo no te luce. Le enseñe las fotos de mi último look y dijo que le gustaron. Después me pidió “dis” que permiso para que la recortaran como yo.  Claro que no me pude negar. Soy la modelo europea del salón. Quedó  regia!
También estuvo la señora que quería sacarse “ese amarillo” que no le gustaba, pero a la vez quería mantener esos rayos de luz en la parte del frente. Bueno al final quedo como ella decía, que no fue otra cosa que oscurecer un poco el pelo y mantener los rayos amarillos que ya tenía. De todos modos también se fue feliz. Así somos las mujeres.
Y estaba la gran amiga y clienta fabulosa del salón, la Beba “gordita”. Cuando le dicen ponte una bata ella se queja y dice: “Para qué me dices que me ponga una bata si las que hay no me sirven. No tienes batas para tanta belleza”. Al escuchar esta frase recordé que en la oficina del médico de mujeres al que voy (si, al ginecólogo) también se usan unas batas color “peach” de lo mas monas y fashion (créanme que nunca había ido a una oficina de medico así, pero ésta es “cool”). En una ocasión en esa oficina había una “paciente gordita” que tenía dos batas puestas; una hacia adelante y la otra hacia atrás para poder taparse completa. Ese día la miré y me estuvo gracioso lo que estaba viendo; pero el sábado en el salón pensé, en la oficina de mi médico tampoco hay batas para tanta mujer, para tanta belleza.

Esa frase, me chocó y a la vez me hizo meditar sobre el afán de las mujeres de este siglo por ser flacas para considerarse bellas. Tantas mujeres que arruinan ellas mismas su felicidad por que son llenitas o gorditas. Tantas mujeres que menosprecian a la gordita porque no logra ser flaca para ser bella. Tantos hombres que hasta se burlan de esas libras demás; tanta gordura que causa tanta infelicidad.  Si al menos la mitad de las mujeres llenitas o gorditas se vieran como la clienta especial del salón y a todo pulmón gritaran a los cuatro vientos: ¡no tienes batas, ropa, accesorios, corazón, ni vida para tanta belleza! ¡Cuán diferente fuera este mundo, cuantas humillaciones y burlas no saldrían a maltratar, cuanto amor podríamos dar al mismo nivel de esa belleza extra! Cuantas mujeres se sentirían más queridas y aceptadas, no rechazadas y estarían más fortalecidas para hacer cosas más grandes. Y sobre todo, cuantas mujeres comerían con placer, con gratitud por que tienen comida para alimentarse y no estarían sufriendo los estragos de una dieta, que más que una dieta para el cuerpo es un martirio para sus almas.
Amigo, tu que tienes una mujer “grande” a tu lado, hombre que tu mujer esta “creciendo” a tu lado, hombre que tu mujer está “muriendo” a tu lado por ser flaca, mujer que eres la mujer que eres con el cuerpo que Dios (o la vida) te dio, acéptate tal cual eres, aprende a sacar el mejor provecho a tus cualidades y a “disimular” aquellas cositas demás con trucos de maquillaje, ropa, estilos que te favorezcan. Es más fácil “jugar con la ropa y los accesorios para vernos bellas” que sufrir con una dieta o despreciar y sufrir por un cuerpo que no nos gusta. Esto último causa dolor y empaña tu felicidad y la de otros que te quieren bien. El juego siempre es más divertido y si al final de ese juego te vas a ver bella con todo lo que “tienes” y entonces nadie va a poder con “tanta belleza” porque será una combinación de belleza física con belleza del alma y a esa dupleta es difícil tumbarla. Mujer, con esto la felicidad y satisfacción vienen por añadidura.

No sufras, juega a que no hay batas para tanta mujer, para tanta hermosura y crea la tuya propia. Con tus ropas, con tus accesorios, con tus locuras, con todo tu ser. Hazlo y serás llenita o gordita pero única y especial. Las cosas que se llevan en el alma y en el corazón y que luego se “adornan” sobre el cuerpo para darles ese look especial y único en cada mujer son las que valen. También son las que al caminar te llevaran con la cabeza, las tetas, la panza, los muslotes, las super nalgas y todo lo que llevas bien en alto con la satisfacción de no ser una mujer que cabe en cualquier bata, sino con la satisfacción de ser una mujer que solo cabe en una bata especial para tanta belleza

Este escrito se lo dedico en especial a mi estilista Raymond que tanto me hace reír y a la clienta especial, Beba, que aunque no somos amigas “close” como le llaman, es una persona especial a la que admiro mucho y aunque ella no lo sabe me ha enseñado muchísimo más.

Y por si les interesa, mientras pasaba el tiempo observando a las otras clientas mis canas y mechones pintaron con tres capitas de tinte (nada más). También salí regia, como cada día que voy a mi terapia de color.

Vilmary Negrón
04-feb-2011

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