Existe el Bounty,
para limpiar el alma
Mi abuelita me
enseñó que siempre llevara servilletas
en la cartera para “alguna emergencia”. Esa es mi costumbre y de generación en generación
así le enseñé a mi hija. Por si se te vira el vaso de agua, por si se te riega
el maquillaje, por si en el baño no hay papel, por si se te ensucia un taco porque se enterró en la tierra justo antes de entrar al baile, por si estornudas, por
si en la pizzería te dan pocas servilletas (que sucede). Por si en el beauty te
cae una gota de tinte en la cara, por si quieres limpiar una silla antes de
sentarte, por si quieres limpiar la mesa, por si te quieres tapar el blower
(digo! el pelo) bajo una llovizna de las que no mojan pero dañan el blower. Por
si alguien a tu lado necesita una servilleta. Por tantas cosas, cien, mil, millones.
WOW, me siento como si le estuviera haciendo una buena campaña publicitaria
para el producto.
Es por todas esas
“posibilidades” que siempre tengo mis bounty en la cartera. Claro está, en una
carterita especial para ellas, no todas regadas. Con mucha clase….
Lo que mi abuelita no me dijo es que también las podía usar para limpiar el alma. Y aquí entra mi parte locura 101. Sí persona que lees esto, las servilletas bounty limpian el alma. Y te preguntarás, ¿con qué cuento viene esta loquita de este blog? ¿o peor aún, será que trabaja en la compañía que hace las bounty y le está haciendo promoción?
Pues no; no estoy
loca, no trabajo en Bounty pero sí las uso para limpiar mi alma. Entonces por qué digo que el Bounty y no otra marca? Dos razones: la primera porque
en mi casa siempre se compró Bounty y la segunda porque los klennex se rompen y
se te quedan las bolitas de papel en la cara. ¿Qué, en dónde? En la cara, en la
cara, en esa cara por donde bajan las lágrimas.
Porque se puede llorar por muchas cosas.
- De alegría, las risueñas lágrimas.
- De dolor, las cabronas lágrimas.
- Las del nacimiento de un hijo, las recién nacidas lágrimas.
- Las de los logros alcanzados durante la vida: las lagrimas logradas.
- Las de las metas no alcanzadas: lagrimas frustrantes (estas se secan más rápido)
Tantas, tantas y
tantas lágrimas. Todas son del alma. Porque es que cuando el alma siente esas emociones
tan fuertes de amor, risa, dolor, nacimiento, muerte, logros, frustraciones,
que te envía las lágrimas para que las saques.
De esta forma tu alma se limpia y si sucede que alguien que te quiere esta a tu
lado en ese momento las compartirá contigo y limpiarlas será más fácil. Y una
vez las lágrimas están fuera de ti ya no te hacen daño, ya se fueron con el
bounty o se evaporaron. Ya te has liberado.
Viste, como tenía
razón. Aunque confieso que me pasa que la carterita fashion ya no es suficiente
para todas las que estoy necesitando en estos días recientes. Ando con medio rollo de
Bounty en la cartera para cuando me llega la “chiripiorca”. ¡Sí, medio rollo! Pero
cuando me llega, saco una de mis bounty, que aunque son equivalente al medio
rollo van dobladitas correctamente, limpio mis lagrimas, vuelvo a sonreír y
sigo adelante; lloro, limpio, sonrío y sigo adelante; lloro, limpio, sonrío y
sigo adelante……. Parece un ciclo, puede parecer un ciclo perjudicial. Pero para
mí no es perjudicial pues cada vez que limpio, el medio rollo se va acabando y
mi alma limpiando. Se puede llorar, todas las veces que se quiera, pero no es
para siempre. Es para limpiar el alma de las lágrimas del dolor y las del mal.
De ahí en adelante solo quedarán las lagrimas de la felicidad.
Una alma limpia, así será la mía muy pronto.........(yo, Vilmary)
Nota al calce: Ahora, no se crean que el ciclo se
hace en cualquier lugar. Hay sitios y hay sitios y sitios para llorar. En los
sitios públicos no es recomendable. Saben mi gente, siempre hay que mantener un
“caché”. JAJAJA
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