La vida es una escalera
“Ha pasado un año
de clases, parece que fue ayer que de manos de un estudiante recibiera yo esta
simbólica escalera.” Fragmento de lo que tuve que decir al entregar la “escalera”
símbolo de los seis años de escuela elemental.
Como el tiempo no
se ha detenido, hoy continuamos subiendo y bajando escalones de la escalera de
la vida. Sí, así mismo, subiendo y bajando. Y es que en la vida hay momentos de
subir y momentos de bajar. Hasta hay algunas escaleras que tienen su descanso;
un descanso que te permite detenerte y respirar de nuevo. En la escuela esos descansos eran quizás las
vacaciones de verano o navidad, para mucha gente hoy en día son apenas los
fines de semana, para otros son tal vez una época completa.
Sucede que mucha
gente se dedica a “vivir” y “vivir” y cuando se dan cuenta la escalera se les
acaba y ya no saben a dónde ir. En el subir y bajar de las escaleras dejaron
sus años, su vida y hasta sus emociones. Hay otros que por el contrario se
detienen demasiado en esos descansos y al final no llegan a ningún piso, a
ninguna parte. Pobre de ellos. Pobre de ellos es lo que se puede decir porque de
qué les vale si al final se encuentran solos o se dan cuenta que llegaron a la
nada.
Otros se trepan
escalera arriba y cuando menos se lo esperan se dan este único tropezón y caen
de nuevo; pero de esos tropezones se aprende. También a veces la escalera nos
deja en un piso, un lugar, donde nos mantenemos por un tiempo y luego…
encontramos otra vez una puerta que nos lleva a otra escalera. Otra que quizás
no conocemos, que sus escalones pueden más altos, más anchos o más cortos. A
final de cuentas, se trata de una nueva oportunidad, buena o mala, pero una
nueva oportunidad de comenzar a subir de nuevo.
Y… ¿por qué
decimos a subir de nuevo? ¿por qué no pensamos que esa escalera, esta nueva vez,
es para bajar? Pues porque los que creemos en la vida nos imaginamos que
siempre se sube, aunque en realidad estemos bajando. Porque “vivir” se trata
precisamente de querer subir y no querer bajar. Porque la vida misma se trata
de eso, de ser cada día mejores y querer progresar. Porque esas ‘escaleras’
aparecen y subimos y bajamos pero al final nos mantenemos en ella y así nos
mantenemos viviendo. Porque sí, simplemente porque queremos vivir.